La teóloga Laura Depalma ha expresado que en la liturgia es imprescindible «la actitud comunitaria, sobre todo cuando nos reunimos en torno a la Eucaristía».
Entre otros mensajes, nos traslada que «la necesidad de motivar la participación es un desafío planteado por los padres conciliares. La liturgia como fuerza transformadora, personal, comunitaria, cultural y global. Y dicha participación no puede circunscribirse a la tutela clerical o reducirse a la mera repetición ritual estipulada y fijada sin posibilidades de contextualización ni conexión real con la vida».
Sigue leyendo