Sin embargo, el impacto de una infección vírica nos está cambiando la vida, al menos en el corto plazo e incluso en los aspectos más cotidianos. Lo han llamado infección por Coronavirus SARS-CoV-2 o COVID-19. Comenzó en el Lejano Oriente y lo sentimos muy distante. Después empezó a acercarse y creímos que, con nuestra fortaleza y robustez de miembros del solido primer mundo, no llegaría a hacernos mella y terminaría siendo, como otras veces, una curiosidad de la biología cambiante. Cuando ya llegó, y parecía algo más grave y cercano, nos auto-convencimos de que solo afectaría a los débiles, entre los cuales nunca nos incluimos porque estamos imbuidos de nuestra fortaleza y seguridad. A día de hoy, ya no hay seguridades, todos somos objetivo posible del virus y a todos nos puede atacar en serio. Hoy ya lo vivimos como una amenaza real.