2. Nos pasamos la vida haciendo planes; pero casi nunca pensamos en lo frágil que es el soporte que nos permite llevar a cabo esos planes. La vida y la salud son ese gran soporte que nos permite llevar a cabo todo cuanto soñamos, proyectamos, decidimos y realizamos. Pero ese gran soporte es enormemente frágil. No dependen de nuestros méritos, ni de nuestros cuidados y esfuerzos. Como nos dice Jesús en el evangelio: “¿Quién de vosotros, por más que se esfuerce, puede añadir una sola hora al tiempo de su vida?” (Lc12,25)